NUEVA
INICIATIVA
Durante
el evento de este año los organizadores han decidido dar espacio a
algunas actividades estrechamente relacionadas con el tejido y que
están sufriendo injustamente una pérdida de interés por parte de
la generación más joven.
Han
sido invitadas y han accedido generosamente a participar en el evento
algunas reconocidas expertas
de hilado de lana a mano, de tejido en telares manuales, de
producción y tejido de la seda,
que darán una demostración de sus habilidades extraordinarias.
1. Rosa Guamán y
Paulita Gualancañay son parte de la asociación de Chorrera
Mirador,
constituidas por veinticuatro socios fundadores, diecinueve
son mujeres y cinco hombres, y
localizada en la parroquia San Juan
en las faldas del volcán Chimborazo, aproximadamente a
20 kilómetros de la capital provincial Riobamba.
Las
mingas o presta manos son sistemas tradicionales de trabajo que
realizan regularmente para
mejorar sus condiciones de vida.
Actividades que realizan: Crianza de las alpacas, Práctica del
esquilado manual, Clasificación de la fibra por calidades, Hilado y
ovillado, Prácticas en tejido,
elaboración de prendas,
Comercialización.
Ellas
darán una demostración de la clasificación de la fibra,
de hilado y de bobinado.
2.
Carmen Orellana
de Gualaceo, premiada de la UNESCO por su sabiduría en el
arte del tejido de ikat,
vendrá con su telar a indicar la maravilla de esta antigua arte.
Para ella, a sus 60 años, fue un
privilegio tejer la prenda que utilizó el Sumo Pontífice Francisco
en su visita en Ecuador. Y
su padre fue quien
elaboró la casulla
que hace 30 años vistió el papa Juan
Pablo II en su visita
a Cuenca. Ella pertenece a la quinta generación de una familia de
artesanos que se dedican a la confección de prendas, en especial de
macanas, a través de esta técnica.
3.
Matilde Morales,
con su madre Zoila Iñiguez y su hermana María Morales, en
la parroquia Chicaña del cantón Yantzaza, provincia de
Zamora Chinchipe, gestiona una asociación familiar que desarrolla
toda la cadena
productiva de la seda,
que abarca: el cultivo de la morera, la cría del gusano de seda,
la producción de capullos y el procesamiento artesanal de la seda
para tener hilos: devanado
de fibra continua y
brillante y el llamado schappe,
hilo de fibra corta y opaco,
materia prima para la elaboración de prendas a mano o con telar.
4.
Blanca Campo lleva
a cabo una demostración de
cómo se teje una tela Tsáchila combinada
de muchos colores.
El
nombre étnico TSÁCHILAS
define al grupo aborigen asentado a siete comunidades - Poste,
Peripa, Chiguilpe, Otongo, Mapali, los naranjos colorados del Bua
y Congoma - en Santo Domingo en Ecuador y significa verdadera
gente.
La indumentaria
multicolor que los nativos utilizan era tejida con telares manuales
que ahora son escasos y los pocos que hay sirven como piezas
demostrativas.
Las mujeres que por
tradición heredaron este oficio ahora tejen eventualmente, pero
prendas pequeñas para sus hijos menores de edad.
Las tunán y manpe
tsanpa - faldas de hombres y mujeres – son elaboradas con telares
eléctricos en Otavalo, donde los indígenas de Imbabura aprendieron
las técnicas para preparar la vestimenta tsáchila y las
combinaciones de colores que necesita cada prenda.